SANACION INTERGENERACIONAL

Al  trabajar con los pacientes y conmigo mismo, de  hecho  muchas, muchas  veces lo  que  uno atrae al consultorio  son  situaciones  y vidas  relativamente paralelas a la experiencia física, emocional, mental y  espiritual de lo que uno circunstancialmente  esta menejando y necesita aprender para compartir aun mas. Siempre  se  expone la necesidad de contemplar  una  mirada  al retrovisor , la  ancestralidad, las experiencias  grupales  de  ayer,  de  esta manera la conducción de la experiencia de sanación de forja con sentido y dirección. Este  facilitador,  hace  que  todo se  torne mas  factible,  toma una  razón,  un deber  y propósito. Al  recordarse a  si mismo la necesidad de plantear  siempre  un proceso de sanación  a profundidad  y de alta  resolutividad,  es  el  mismo Espíritu de  Dios   que  acompaña estas sesiones para   ver  mas  claro,  para  hablar  y para  sanar por su misma presencia. Muchas  veces  el solo exponer  una situación y  exponerla a las  manos de  Dios

La beata Teresa de Calcuta afirmaba que "la primera pobreza de los pueblos es no conocer a Cristo", y planteaba: "La gente tiene hambre de Dios. La gente está necesitada de amor. ¿Tenemos nosotros conciencia de ello? ¿Lo sabemos? ¿Lo vemos? ¿Tenemos ojos para verlo? A menudo nuestra mirada pasea sin detenerse sobre nadie. Como si no hiciéramos otra cosa que atravesar este mundo. Debemos abrir nuestros ojos, y ver".